Enfermedades y procedimientos

• Obstrucción nasal:

  La dificultad respiratoria nasal afecta a la población de todas las edades y puede ser aguda o crónica. Existen diversas causas, entre las cuales, las más frecuentes son:

  • Rinitis alérgica: inflamación de la mucosa nasal y de los cornetes
  • Desviación del tabique nasal
  • Pólipos nasales
  • Colapso de la válvula nasal
    Todas ellas tienen tratamiento, sea medicamentoso o quirúrgico, que en la mayoría de casos es satisfactoria.

• Pérdida auditiva:

  La pérdida de audición va asociada en ocasiones a la edad, ya que a partir de los 50 años el nervio de la audición comienza a deteriorarse. Pero también puede ocurrir en edades más jóvenes. Si las pérdidas de audición no se deben al nervio hay que considerar si existe una posibilidad quirúrgica.

  • Entre las pérdidas de audición debidas a causas operables, el servicio practica con frecuencia la reparación de la perforación timpánica.
  • Trata las otorreas (supuraciones) crónicas de la oreja, intermitentes o continuas (incluye el tratamiento de las otitis medias crónicas benignas y el colesteatoma).
  • Lleva a cabo estapedotomías y estapedectomías en casos de otosclerosis.
  • Repermeabilizaciones de estenosis del conducto auditivo externo por causa ósea o fibrosa (canaloplastias).
  • Realiza timpanoplastias y técnicas reconstructivas en las cavidades operadas y con pérdida auditiva.

• Sinusitis:

  Inflamación/infección de las cavidades óseas que rodean la nariz (si maxilar, frontal, etomoidal y esfenoidal), que si no se trata adecuadamente puede tener complicaciones graves a nivel ocular o intracraneal.
  Su tratamiento puede ser medicamentoso o quirúrgico.

• Vértigo:

  Las pérdidas de equilibrio son muy discapacitadas. El control principal se encuentra en la oreja interna, y su disfunción es la causa de la mayor parte de los vértigos (vértigo periférico). Las causas de vértigo periférico más frecuentes son: vértigo posicional paroxístico benigno, neuronitis vestibular, migraña vestibular y otitis complicadas. Las pruebas diagnósticas para el estudio del vértigo van desde la exploración clínica a la consulta (Romberg, Barany, Unterberger, maniobra de Dix-Hallpike…) o pruebas más especializadas como el VHIT (test de impulso cefálico) o la videonistagmografía .

• Trastornos deglutorios (disfagia orofaríngea):

  Estudio diagnóstico de los problemas de deglución que pueden aparecer por problemas neurológicos, el envejecimiento, una patología de cabeza y cuello o patología digestiva. Se utilizan dos pruebas objetivas para el estudio:

  • Videofibroscopia de deglución (FEES). Se realiza en la sala de gabinete de pruebas de la consulta externa con el videofibroscopio. Se da a comer alimentos de distintas texturas para evaluar el tipo de ingesta segura y eficaz.
  • Videofluoroscopia de deglución. Es una prueba radiológica en la que se analiza la deglución. Se utiliza una forma de radiografía en tiempo real llamada fluoroscopia para evaluar la habilidad del paciente para tragar con seguridad y eficacia. Generalmente el examen se tolera bien, no es invasivo, y puede ayudar a identificar las consistencias de los líquidos y comidas que el paciente puede consumir con seguridad.

  Estudio con un equipo multidisciplinar de los pacientes con disfagia: otorrinolaringólogo, nutricionista, médico rehabilitador, geriatra, médico internista, neurólogo, digestólogo, enfermería.

• Patología de las glándulas salivares:

  Las glándulas salivares pueden inflamarse, infectarse (parotiditis, submaxilitis etc) o dar lugar a tumores, ya sean benignos o malignos. El diagnóstico y tratamiento de sus patologías lo hace el ORL.

• Oncología de cabeza y cuello:

  • Oncología. Tumores malignos localizados en senos paranasales, nasofaringe, orofaringe, hipofaringe, laringe, cavidad oral, glándulas salivares, metástasis ganglionares cervicales o algún tumor específico de piel de cabeza y cuello como el del pabellón auditivo, en el que se ven implicados factores como el alcohol, o el virus del papiloma humano. Representan el 5% de todos los tumores.
    Se realiza inicialmente una valoración diagnóstica en el circuito de diagnóstico rápido que incluye la primera visita, exploración completa incluyendo la fibroscopia +/- narrow band imaging, las pruebas complementarias necesarias (tomografía computerizada, resonancia magnética, etc.) y biopsias. Una vez realizado el diagnóstico, el Comité Oncológico de la Unidad Funcional de Cabo y Coll Bellvitge-ICO, de la que forma parte el servicio, propone el manejo terapéutico. En caso de tratamiento quirúrgico se suele llevar a cabo en los centros del CSI, y en caso de tratamiento con quimioterapia +/-radioterapia, se realizan en el Instituto Catalán de Oncología (ICO). El seguimiento y rehabilitación del paciente se realiza de forma multidisciplinar entre los diferentes profesionales (equipo de enfermería especializada en cirugía de cabeza y cuello, oncología, radiooncología, radiología, medicina nuclear, anatomopatología, nutrición y dietética, rehabilitación, logopedia, cirugía plástica o maxilofacial del Hospital de Bellvitge si es necesario, etc.) .
  • Patología benigna de cabeza y cuello. Incluye, por una parte, los tumores benignos de glándulas salivares (parótida, submaxilar…), los tumores cervicales benignos (quistes, hendiduras…), lesiones de cavidad oral u otras que necesiten diagnóstico y puedan requerir tratamiento quirúrgico. Por otra parte, también se realizan pruebas y cirugías diagnósticas de patologías hematológicas como las de linfoproliferativas o infecciosas, como la tuberculosis.

• Laringología:

  • Estudia las afecciones y alteraciones de la laringe (cuerdas vocales) que puedan afectar a la calidad de la voz. Se realiza un diagnóstico en consulta externa, que suele requerir fibroscopia y/o estroboscopia. El paciente suele ser tratado de forma multidisciplinar gracias a la estrecha colaboración con el equipo rehabilitador de logopedia, y puede requerir tratamiento quirúrgico.
  • Trastornos en la movilidad de las cuerdas vocales derivados de afectaciones neurológicas y que necesitan también un estudio electromiográfico para confirmar el diagnóstico y el pronóstico, o para infiltrar toxina botulínica, prueba que se lleva a cabo junto con los médicos neurofisiólogos.