EL EMBARAZO

Mejorar la alimentación durante el embarazo

Durante el embarazo es necesario realizar una alimentación saludable. Contribuirá a un buen desarrollo del futuro bebé.

Además, mejorar la alimentación es una buena oportunidad para iniciar unos hábitos de alimentación saludables que pueden establecerse y mantenerse en el futuro.

El aumento corporal de peso durante el embarazo que se considera normal se sitúa entre los 11 y 16 kg, si la mujer tiene un peso normal antes del embarazo, aunque si no se cumple estrictamente, también se puede tener un buen embarazo y tener un bebé sano.

La alimentación saludable se basa en:
  • Hay que comer fruta, verdura, hortalizas, legumbres, frutos secos y farináceos preferiblemente integrales (pan, pasta, arroz, patatas…) y aceite de oliva.
  • Hay que comer con cantidades moderadas carne magra y blanca, pescados, huevos y lácteos (leche, yogur natural y queso)
  • Se debe evitar comida bollería, galletas, bebidas azucaradas, embutidos, carnes rojas y procesadas y aperitivos salados.
  • En caso de que seas vegetariana (tanto ovolactovegetariana como vegetariana estricta o vegana), se aconseja la suplementación sistemática de vitamina B12, que en la alimentación sólo se encuentra en alimentos de origen animal (suplemento de 25µg/día o 1000µg tres días por semana).
  • Se debe beber preferentemente agua (de cuatro a ocho vasos al día aproximadamente).
  • No consumir bebidas alcohólicas. Su consumo puede afectar al normal desarrollo del feto.
  • Hay que moderar el consumo de sal, y ésta debe ser sal yodada.
  • Las bebidas energéticas están totalmente desaconsejadas.
  • Están recomendados los suplementos de hierro con vitamina C (naranja, kiwis, etc.) para mejorar su absorción. Éstos no deben mezclarse con leche.

Otras recomendaciones importantes:
  • Repartir la ingesta diaria en cinco o seis comidas no copiosas, ayudará a encontrarse mejor. No hace falta “comer por dos”. Procure sentarse en la mesa, masticar bien y disfrutar de la comida sin prisas.
  • Se pueden utilizar diversas técnicas culinarias, pero siempre es necesario moderar las que conllevan un exceso de grasa. Tanto para cocinar como para aliñar es conveniente utilizar aceite de oliva virgen.
  • Se comerán cinco raciones al día de fruta y verdura. Si se comen crudas, se deben lavar bien con agua abundante.
  • Hay que consumir pescado dos veces a la semana, que tiene omega-3, necesario para el buen desarrollo del feto, pero evitar el pez espada o emperador y el atún por su contenido en mercurio.
  • Está indicada comida láctea, preferiblemente desnatada, pero hay que evitar los quesos frescos o de pasta blanda (hecha, camembert, mascarpone, brie, requesón, queso de Burgos) si la etiqueta indica que han sido elaborados con leche cruda, porque pueden contener Listeria , un microorganismo que puede provocar daños graves al feto o al bebé.
  • Cocine las carnes y el pollo suficientemente, sin que queden partes crudas, ya que la carne cruda puede contener toxoplasma, el parásito que causa la toxoplasmosis, una enfermedad que puede afectar al desarrollo del feto.
  • Respete las fechas de caducidad de los alimentos que se mantengan refrigerados, especialmente de los embutidos poco curados. Hay que evitar patés refrigerados y pese ahumado. La bacteria Listeria puede crecer en estos alimentos.
  • No coma crudo ningún alimento de origen animal, como huevos, marisco, pescado (sushi) y carne. Limpie las superficies y utensilios de cocina después de manipular alimentos crudos, que ayudarán a impedir infecciones por gérmenes como Salmonella, Campylobacter y E. coli.
  • Pueden tomarse hasta 200 mg de cafeína al día: un café de bar contiene 60-100 mg de cafeína, una taza de té, 70 mg.

¿Qué hacer en caso de vómitos y náuseas?

Se recomienda:

  • Evitar las comidas copiosas. Mejor hacer las comidas frecuentes, ligeras y de poca cantidad.
  • Disminuir los alimentos ricos en grasas.
  • Los alimentos fríos suelen tolerarse mejor que los calientes.
  • Evitar beber líquidos en ayunas.
  • Evitar alimentos que puedan ser menos o peor tolerados como el café, el té, los alimentos ricos en grasas, especias, etc.
  • Evitar exponerse a olores y texturas que provoquen náuseas.

Si las medidas dietéticas no permiten el control de los síntomas, se puede recurrir al tratamiento con jengibre, la digitopresión o el tratamiento farmacológico (en este caso, consultar con tu profesional sanitario: matrona u obstetra).

¿Qué hacer en caso de acidez o pirosis?

Es aconsejable:

  • Comer alimentos en pequeñas cantidades y con frecuencia, poco a poco.
  • Evitar los alimentos grasos, alimentos picantes y los que pueden irritar la mucosa del estómago, como el zumo de los cítricos, tomates, bebidas con cafeína o con gas.
  • Evitar el alcohol y el tabaco.
  • Al comer, sentarse con la espalda bien recta, para evitar la presión sobre el estómago.
  • No llevar ropa ajustada que comprima la zona abdominal
  • Dejar pasar entre una y dos horas entre la ingesta del alimento y la hora de tumbarse o acostarse.
  • Es recomendable levantar el cabezal de la cama entre 15 y 20 cm.

Si no se consigue ninguna mejora, puede prescribirse tratamiento farmacológico.

¿Qué hacer en caso de estreñimiento?

Se recomienda:

  • Comer alimentos ricos en fibra (legumbres, verduras, fruta natural, frutos secos, alimentos integrales…).
  • Aumentar la ingesta de agua.
  • Ingerir una o dos cucharadas de salvado de maíz o de lino o sésamo mezcladas con ensaladas, yogures, etc.
  • Beber agua tibia o caliente en ayunas.
  • Aumentar la actividad física como caminar, nadar, realizar ejercicios en el agua, yoga, etc.
  • Tener un hábito intestinal correcto: destinar el tiempo necesario y defecar cuando exista la necesidad de hacerlo y no dejarlo para más tarde.

Evitar tomar laxantes excepto por indicación médica.

Seguridad alimentaria durante el embarazo

Las recomendaciones para ingerir alimentos con buenas condiciones y evitar infecciones y enfermedades que puedan afectar al feto son:

  • Limpiar: Lavarse las manos antes y después de manipular los alimentos.
  • Cocinar: Una temperatura que llegue a los 75 ° C en el interior del alimento ya se considera segura.
  • Separar: Evite el contacto de los alimentos crudos con los cocinados.
  • Enfriar: Prepare los alimentos poco antes de consumirlos. No deje a una temperatura ambiente durante más de dos horas. Consérvelos en la nevera o congelador.